sábado, 11 de julio de 2020

Sequía y mal manejo estatal comprometen la vida de la reserva científica Laguna Rincón

Aunque la naturaleza ha incidido en la desaparición de las aguas en lLaguna Rincón; ha sido la mano de los seres humanos que han precipitado la muerte definitiva del cuerpo de agua dulce más grande de  la zona sur.




Con la mirada indiferente de las autoridades y la impotencia de la población cabraleña, Laguna de Rincón se convierte en zona desértica.  Lo que ayer era fuente de vida, hoy se convierte en desastre ecológico.

Han sido varios los factores que han provocado la paulatina desaparición de las aguas de esta laguna: precipitación, temperatura, evaporación, manejo inadecuado y la sedimentación del manto acuífero de la misma.

La precipitación en toda la zona es de muy bajo volúmenes de lluvia, llegando a su punto más alto en el mes de octubre con una acumulación total de 64 milímetros y una mínima de 11 milímetro producida en el mes de enero. Otra problemática es el pobre caudal de los afluentes que vierten sus aguas en la laguna.

Las  temperaturas registradas en Cabral son bastante elevadas durante los meses de agosto a noviembre, variando éstas de caliente, muy caliente hasta muy ardiente registrándose valores de 24 a 35 grados Celsius.

La evaporación es de mucha utilidad para la vida del ecosistema de la Laguna Rincón. Es de mucha importancia ya que mantiene el ciclo hidrológico, se condensa el agua, transformándose en nubes y éstas por su peso se precipitan al suelo, produciendo el equilibrio que se ha roto por mucho tiempo en este lugar.

La Laguna Rincón como Reserva Científica Natural, debe ser protegida por la Dirección Nacional de Parques, del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales y sumo en esa responsabilidad al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDHRI) entidades que solo  han manejado el tipo de pesca que allí se debe dar y no la calidad de vida de dicho recurso ecológico.

Este mismo Estado es el que ha permitido las operaciones de una mina de extracción de agregados en la falda de la Loma la Hoz. Esta ha vertido sus desechos y han ido a parar a la laguna. 

¿Cuál ha sido el problema? Que el manto acuífero, es decir, el fondo de ésta, ha sido sellado por el sedimento de la piedra caliza que se vierte allí. Este fondo es permeable que contiene “grava, arena, piedra porosa, que permite la circulación y el almacenamiento del agua subterránea por sus poros o grietas”

¿Qué esto ha provocado? A la medida que las aguas de este cuerpo de 47 kilómetros cuadrados y de muy baja profundidad, recibe altas temperaturas, con un manto acuífero sellado, las aguas se calientan por encima de lo normal, muriendo los peses y otras especies acuáticas, la fauna se aleja,  las diversas especies de aves que han hecho su hábitat de caza de esta laguna, ya no lo podrán hacer.  De forma paulatina se va muriendo la flora de la misma.

¿Qué hacer? La ocupación de pescador va a pasar a un segundo plano, por muchos años, estos no podrán ejercer su trabajo, teniendo que reorientar su ocupación.

Lo más importante es ayudar a la naturaleza a recuperar una obra que ella magistralmente ha creado y que por miles de años ha estado al servicio del equilibrio de La Tierra.

Crear forma de  impedir el vertido del sedimento desde la mina por el proceso de extracción de agregado.  Solicitar de forma permanente y militante la intervención del Estado Dominicano, para el dragado del suelo, la construcción de pozos para irrigar el suelo ya dragado.  Que los pescadores inicien el proceso de desviar las aguas de los pequeños afluentes de la zona.

Hay que devolver a la vida a La Laguna Rincón, donde la flora y la fauna vuelvan a ser el elemento de mayor importancia para la ecología de la zona, donde se haga un verdadero manejo para una coexistencia duradera entre hombre y naturaleza.

 


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