jueves, 10 de septiembre de 2009

Un debate entre los ganadores a cargos públicos

Seria una utopía pensar que en la República Dominicana, y muy en especial en el municipio de Haina, que los aspirantes a diputados, síndicos y regidores, participen en debates y expongan sus planes al escrutinio de la población votante.


A muchos no les interesa iniciar un debate con otros aspirantes, perecería que tienen miedo escénico, pero no, lo que sucede que para muchos es una perdida de tiempo y organizar las ideas les resulta un fastidio. O esconden la debilidad que tienen con la lectoescritura.


Ellos prefieren escribir en un documento o que otro le redacte su posible plan de actividades y ejecutorias, pero cuando lo leen uno se da cuenta que no es de su autoría, leen muy mal. Ellos ponen en sus planes situaciones que nunca se lograrán, pero luego son favorecidos con el voto de la mayoría, abandonan esos planes y utilizan el programa de la improvisación y el día a día.

Para nada sirven los planes que ellos les vendieron al electorado, pasan a mejor vida, se burlan de un pueblo que vio cifradas sus esperanzas en ellos. No hay un estamento que les obligue a cumplir con la propuesta que ofreció al electorado. Los partidos no exigen, ellos se individualizan. La población y sus organizaciones no tienen forma de que ellos cumplan.


El sueño de muchos, y el mío, es de ver el cumplimiento en la practica de las propuestas a que se comprometen los electos a cargos públicos. Que se atrevan a participar en debates públicos.

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