martes, 11 de agosto de 2020

Somos más que ellos

 

Por: Ángel Rafael Feliz 

Existen tres sectores que a lo interno de la Laguna Rincón que por varias   generaciones  se han beneficiado de la misma, estos son pescadores, limpiadoras y vendedoras.

Estos sectores, que al igual que en otros espacios naturales, como los bosques, ríos y mares, solo se han preocupado por los beneficios que estos brindan al ser humano.

Ese "regalo" de la naturaleza no es permanente, dichos recursos se agotan, si no existe un cuerpo que vigile, controle, siembre y asuman la responsabilidad de contribuir a desarrollar un proyecto sostenible y mantenga el equilibrio, esos recursos llegan a su final. Cuando nos damos cuenta, el daño que hicimos es irreparable,  ya es demasiado tarde para enmendar errores.

Solo sacamos, depredamos y explotamos, nos olvidamos de reponer. En ese "San" de invertir para cosechar no se da. Es tiempo de enmendar esa situación, que por muchos años erróneamente hemos creído. Siembra, cuida y decosechará, así debería ser la dinámica.

No existe un dato preciso de la cantidad de pescadores que participan en la pesca, tampoco tenemos información de la cantidad de mujeres que limpian y ensartan el producto, y mucho menos sabemos la cantidad de vendedoras o vendedores que llevan ese producto a la mesa de un comprador.

Si estuviésemos un número real de estos sectores, unidos a  sus familiares y a la comunidad, y que realmente estén interesados por el bienestar de esta laguna, poniendo todo el interés de saber que este ha sido el único  medio de sustento de la familia, se unieran como un solo hombre a este proceso.

Si esto ocurriera, otra cosa fuera hoy este proceso reivindicativo. Todos y todas unidos, por la cantidad que representan estos sectores, la calidad en sus acciones y el poder económico que este oficio pudo generar movilizando la economía local y regional, el gobierno y el empresariado nos pondrían las atenciones necesarias, dándonos el valor que realmente tenemos, donde de manera conjunta podríamos manejar esta Reserva Científica.


En esta nueva etapa, donde los funcionarios ligados a esta laguna han dado la espalda y hacerse de la vista gorda, donde el empresariado solo busca sus beneficios, se necesitan las manos y las voluntades, hasta de los malos cabraleños, para que juntos podamos contribuir al cuidado celoso de nuestra Laguna Rincón, que al igual que las Cachúas, son patrimonio de nuestro pueblo.

Debemos seguir desarrollando las actividades que hasta ahora se desarrollan, debemos buscar la solidaridad y la asesoría de instituciones que nos guíen a la formulación de una planificación estratégica. Juntos y juntas podemos triunfar, que el miedo que emiten los poderosos, no nos afecte, somos más que ellos.

El autor es Periodista y Gestor Cultural


0 comentarios:

Publicar un comentario