miércoles, 5 de mayo de 2010

Los trepadores obstaculizan la lucha por el bien social

Por Eugenio Sanó Bretón

El trabajo social, la lucha constante por contribuir a elevar la calidad de vida de la gente, tratar de aporta a un proceso de cambio social donde haya mas dignidad y mas valoración de la naturaleza y de la humanidad, promover de manera practica, con ejemplo, con sacrificio y con dedicación un proyecto para atender y superar situaciones concretas que afectan la vida de la gente humilde es un compromiso, una responsabilidad que asumimos, pero es también un riesgo.

Mientras te esfuerza, te sacrifica y echa hacia delante un buen proceso, la gente te ignora, te critica, pero pocos te apoyan.

De la misma manera los sectores responsables del problema y de la solución se niegan apoyarte y mas bien te ponen corta pisa.

Cuando el trabajo florece, presenta expectativas y provoca esperanza de buenos resultados, cuando el logro de los propósitos esta por acercarse, entonces comienza la maledicencia. Los intereses, confundidos por un supuesto amor a la gente, crecen, los principales responsables del problema y de las soluciones abandonan la actitud pasiva para adquirir una postura más protagónica. Sienten que su poder está amenazado, que su “liderazgo” puede caer y deciden que hay que parar el proceso cueste lo que cueste. No le importan a quien tengan que dañar ni a quien afectar.

Para lograr su propósito, si es preciso contratan delincuentes, comprar periodistas, pagan campaña de desinformación e incluso le hacen promesas de servicios que nunca están en su mente ejecutar. Provocan una crisis logrando un nivel de confusión en donde lo bueno se ve como malo y lo malo como lo mejor.

Ante este panorama llegan los oportunistas y trepadores con la idea de que “En rió revuelto ganancia de pescadores”. Estos son los políticos algunos “autoridades”, no se si están seguros de estos, mucho menos de sus funcione, pero llegan con su único interés de sacar votos de la situación.

De la mismas manera toman medidas y realizan acciones protagónica como la del Chapulín Colorado y terminan sacando de la cárcel a un delincuente y presentándolo como un gran líder comunitario, Claro cada quien defiende a sus iguales. Todo en pro de más voto.

A los que se han estado esforzando, haciendo patria a base de sacrificio, se le tira a un lado, se le atropella y se le intenta desmoralizar, como amenazándolo “ No te atrevas a intentarlo de nuevo porque te puedes ir peor”.

Hoy los que se negaron a apoyar están ofreciendo, hasta lo que no tienen y enviando brigadas de limpieza y colocando letreros para que voten por ellos.
Por otro lado los que deberían ser dolientes, los dirigentes de organizaciones sociales y comunitarias con su vendaje de ignorancia e intereses político, al parecer ni se enteran de lo que acontece y por lo tanto no dicen ni esta boca es mía.
Así todo lo que se ha construido, todos los logros, la incipiente mejoría de la gente y sobre todo las expectativas y la esperanza vuelven al nivel cero gracias a los malditos intereses de muchos políticos y mercaderes, que nos engañan constantemente.

Esta es una reflexión fruto de la experiencia que acabamos vivir en el Centro Materno Infantil de Haina situado en el Barrio Gringo.

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